Richmond West, Florida, a pesar de estar ubicado aproximadamente a diez millas tierra adentro desde la costa atlántica, es vulnerable a los notables impactos de los huracanes debido a su baja elevación y la posibilidad de que la marejada ciclónica llegue hasta el interior a través de las vías fluviales interconectadas. Los principales peligros relacionados con los huracanes incluyen daños por vientos fuertes, grandes cantidades de lluvia que causan inundaciones considerables y tornados generados por la tormenta. La baja elevación de la ciudad, junto con la topografía generalmente plana de la región, significa que incluso pequeños aumentos en el nivel del mar pueden aumentar dramáticamente los riesgos de inundación. Es vital señalar que la marejada de un huracán puede elevar el nivel del agua por encima del suelo, inundando potencialmente propiedades que normalmente no son susceptibles a las inundaciones estándares por lluvias. En los últimos 30 años, Richmond West, similar a otras partes del condado de Miami-Dade, ha sufrido varios impactos significativos de huracanes, subrayando la vulnerabilidad de la ciudad. En particular, en 1992, el huracán Andrew, una tormenta de categoría 5, causó daños masivos en todo Richmond West, cambiando esencialmente el perfil demográfico y el paisaje físico de la región. Luego, en 2005, el huracán Wilma, aunque no tan devastador como Andrew, también demostró el serio riesgo que los huracanes representan para el área. Los mapas ampliados de zonas de inundación y la posibilidad de huracanes más fuertes y frecuentes debido al cambio climático también se consideran en las evaluaciones de riesgo de tormentas en Richmond West. Por lo tanto, es crucial que los residentes se preparen adecuadamente y obedezcan las órdenes de evacuación cuando sea necesario.