La Estación Pensacola, situada en el Panhandle de Florida a lo largo de la Costa del Golfo, se encuentra en un área que es altamente susceptible a los huracanes y tormentas tropicales. Su proximidad a la costa, la topografía plana y la baja elevación hacen que sea particularmente vulnerable. El riesgo histórico de inundación en la región es notablemente alto debido en gran medida a las fuertes lluvias durante los eventos de tormentas y la posible marejada ciclónica, ambos fenómenos comunes asociados con los huracanes. Además, la dirección y velocidad de la tormenta tropical o huracán pueden influir significativamente en los niveles locales de marejada ciclónica. La Estación Pensacola también debería considerar impactos adicionales de los huracanes como los vientos fuertes que causan daños a la infraestructura y la vegetación y el potencial de tornados generados por el sistema de tormentas. Durante los últimos treinta años, la Estación Pensacola ha sido directamente impactada por varios huracanes y inundaciones importantes. Entre los más notables se encuentran el Huracán Erin y Opal en 1995, que causaron un daño significativo debido a los fuertes vientos, la marejada ciclónica y las inundaciones. En 2004, el Huracán Ivan causó un daño devastador en la zona, con fuertes lluvias que llevaron a inundaciones generalizadas. Más recientemente, en 2020, el Huracán Sally tocó tierra justo al oeste, provocando inundaciones considerables debido a las implacables lluvias. Estos eventos históricos subrayan la importante amenaza que los huracanes representan para la Estación Pensacola, lo cual hace necesario una planificación exhaustiva de preparación y mitigación.