Bushnell, Florida, ubicada en el condado de Sumter, es propensa a los efectos periféricos de los huracanes debido a su posición en el interior. Sin embargo, su distancia de la costa no la hace inmune a los impactos de los huracanes, pero sí reduce el riesgo de las marejadas ciclónicas, que suelen ser una consecuencia devastadora de los huracanes costeros. Históricamente, la ciudad ha estado sometida a una cantidad significativa de lluvia, viento y tornados generados por huracanes, estas calamidades naturales tienen el potencial de causar daños considerables a la infraestructura local, la propiedad y los recursos naturales. La relativamente baja altitud de la ciudad también la pone en riesgo de inundaciones de agua dulce provocadas por lluvias abundantes durante un huracán. En los últimos 30 años, Bushnell ha experimentado varios eventos meteorológicos notables. Durante el huracán Irma en 2017, aunque la ciudad no experimentó el impacto total del huracán de categoría 4, tuvo que lidiar con una cantidad significativa de lluvias y fuertes vientos. El huracán Charley en 2004 también impactó a Bushnell, causando cortes de energía y daños a la propiedad en la ciudad. Es importante señalar que la frecuencia e intensidad de tales eventos meteorológicos puede verse influenciada por los cambios en los patrones climáticos. En consecuencia, las medidas proactivas y la planificación de la gestión de desastres son vitales para mitigar los impactos de los huracanes y las tormentas severas en el futuro.