Stock Island, Florida, es significativamente vulnerable a los huracanes y tormentas tropicales debido a su ubicación costera en los Cayos de Florida, con poca distancia desde las costas. El cayo está particularmente en riesgo debido a su baja elevación, generalmente a nivel del mar y solo ligeramente más alta en las regiones centrales; esto aumenta la exposición a la marejada ciclónica y las inundaciones. Durante las últimas décadas, varios huracanes mayores han impactado a Stock Island y las áreas cercanas. Los registros históricos destacan el Huracán Georges en 1998 y el Huracán Irma en 2017, ambos dejaron un impacto considerable, incluyendo inundaciones, daños a propiedades y cortes de electricidad. Los posibles efectos de los huracanes para Stock Island incluyen no solo graves inundaciones por marejadas ciclónicas, sino también fuertes vientos destructivos y fuertes lluvias, los cuales pueden causar aún más inundaciones y daños a la infraestructura. El aislamiento geográfico de la isla podría complicar los esfuerzos de evacuación y respuesta a emergencias. Es igualmente importante considerar el impacto en la vida marina, la flora y fauna local, y el posible desplazamiento de los residentes. La alta frecuencia de turistas y la población transitoria pueden contribuir aún más a los desafíos de evacuación y al potencial de cifras más altas de víctimas. La preparación para huracanes, tanto para los residentes como para las agencias gubernamentales, debería priorizar estos factores para el perfil de riesgo climático específico de Stock Island.